martes, 10 de febrero de 2015
LETO
LETO En la mitología griega, Leto (en griego antiguo Λητώ Lêtố, en dórico Lato, ‘el olvido ’) es la madre de Apolo y Artemisa (de Zeus). Ella es de la primera generación divina, hija de Ceo y Febe, ambos titanes.Leto era la diosa principal de la Licia anatolia. Su santuario, el Letoon cerca de Janto, unía la confederación licia de ciudades-estado. La gente de Cos también reclamaba a Leto como suya.Una medida de una diosa Leto tan primordial puede reconocerse en su padre titán, cuyo nombre, «Ceo», lo vincula con la esfera del cielo de polo a polo; y su madre, cuyo nombre, «Febe», es precisamente el epíteto «pura» y «purificadora» de la luna llena.Zeus había intentado violar a la hermana de Leto, Asteria, que se había escapado transformándose en codorniz, arrojándose al mar y convirtiéndose en la isla flotante Ortigia.Cuando Leto quedó embarazada, Hera -esposa de Zeus- sintió celos de ella y para castigarla prohibió que Leto pudiera dar a luz en cualquier parte de la Tierra. Como consecuencia, Leto andaba errante, buscando un lugar que estuviera fuera de la cólera de Hera para tener a sus hijos.Según unas versiones, después de mucho andar, Leto encontró asilo en una pequeña isla desierta conocida como Ortigia entre los dioses donde pudo tener a sus dos hijos. Apolo dios del sol y de la luz y Artemisa, la diosa virgen de la cacería, nacieron en esta isla perdida, y por eso cambió sus nombre a Delos, la brillante, y además fue recompensada por los dioses, quienes le otorgaron cuatro columnas bajo ella para que siempre estuviera firme.La isla Ortigia quedó fijada al fondo con 4 columnas, y cambió su nombre por el de Delos, que significa brillante (por Apolo, dios de la luz).De acuerdo con otras interpretaciones, la maldición de Hera fue que Leto no podía parir en ningún lugar donde llegaran los rayos del sol. Ante esto, Zeus ordenó a Bóreas que llevara a Leto ante Poseidón (dios del mar), quien fabricó una bóveda con las olas del mar por encima de la isla, y así al reguardo del Astro Rey, Leto pudo tener sus hijos.Leto tuvo que sufrir los dolores de parto durante nueve días y nueve noches, ya que si bien todas las diosas llegaron para asistirla en la empresa, Hera y Ilitía, quien era la diosa de los alumbramientos, se habían quedado en el Olimpo. Al cabo de los nueve días, todas las divinidades llamaron a Ilitía, con la condición de que si iba le regalaban un collar de oro y ámbar de nueve codos de longitud. Ante esto, Ilitía no se negó y los divinos niños nacieron.Pero la ira de Hera era inagotable e incansable, por lo que Leto se vio obligada a huir a la tierra de los Hiperbóreos, su residencia más común, transformada en loba. Es debido a esto que Apolo recibía el epíteto de Licógenes que quiere decir hijo de lobo.
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